
Hongos, cerebro y vida
Algunos son alimento, otros drogas. Algunos pueden curar y otros enferman. Pero sin duda todos estamos en contacto con ellos una vez que morimos, encargándose de reintegrarnos a los ciclos biogeoquímicos, volviendo a la tierra para permitir el desarrollo de más vida. Los hongos tienen una relevancia mayor tanto para la vida en general, como para comprendernos como especie.
ARTÍCULOS DE DIVULGACIÓN

Los hongos no solamente funcionan como un sistema subterráneo de comunicaciones en los bosques mediante su micelio, sino que además son muy versátiles por su variedad de efectos sobre la vida; donde unos te alimentan, y otros te drogan; algunos que te curan, y al mismo tiempo otros que te enferman. Pero sin duda todos estamos en contacto con ellos una vez que morimos, encargándose de reintegrarte a los ciclos biogeoquímicos, volviendo a la tierra para permitir el desarrollo de más vida. Los hongos representan el final y el principio de la vida en la naturaleza. En América Central y en otros lugares, las drogas alucinógenas se han utilizado durante siglos en ceremonias curativas y religiosas. Y por la parte científica y médica, también ha sido de gran interés este tema.
Psiquiatría y alucinógenos
Cuando en la década de 1940 el investigador suizo Albert Hofmann descubrió por primera vez los potentes efectos alucinógenos del LSD -compuesto aislado del hongo Claviceps purpurea-, no estaba solo en su entusiasmo por el potencial psiquiátrico de estas sustancias, pues cientos de artículos académicos sobre los efectos de los psicodélicos que incluían la psilocibina -compuesto activo de unas 200 especies de hongos, principalmente de Psilocybes- se publicaron en la década de los años posteriores, incrementando su interés en la investigación médica.Universidades como Harvard dedicaron recursos a estudiar el potencial terapéutico de la psilocibina y el LSD, siendo impulsado por investigadores como Timothy Leary y Richard Alpert.
Fue en la década de 1970 cuando la reacción ante la creciente contracultura amante de las sustancias alucinógenas que estaban en contra de las guerras, del racismo y de otras ideas predominantes en la América conservadora de aquellos tiempos, prohibió de manera definitiva las sustancias alucinógenas, prohibiendo su uso psiquiátrico y recreativo, y estigmatizándola durante décadas mediante bases morales y políticas, no científicas. Afortunadamente, en los últimos años se han abierto centros dedicados al estudio de las drogas psicodélicas en varias instituciones de investigación, entre ellas Johns Hopkins, el Hospital General de Massachusetts y la Universidad de Nueva York. Los prometedores ensayos clínicos de psilocibina en los EE. UU. llevaron a la FDA a designar a la psilocibina como una "terapia innovadora" en 2018, indicando un optimismo institucional relevante sobre el potencial terapéutico de estas sustancias.
La psilocibina modifica el funcionamiento del cerebro
Este alcaloide tiene afinidad por los receptores de serotonina, neurotransmisor relacionado al estado de ánimo, al humor, apetito, ciclos de sueño y la sensación de tranquilidad.Un estudio publicado en 2014 en la revista Human Brain Mapping, que mediante resonancia magnética funcional midió la actividad cerebral de 15 personas sanas antes, durante y después de una infusión intravenosa de psilocibina, observaron modificaciones exclusivas en sistemas superiores como el control ejecutivo, relacionado a la toma de decisiones, las redes de atención y la red por defecto, relacionada al divague y a la creatividad. Esto ayuda a explicar neurobiológicamente por qué la experiencia psicodélica de los hongos Psilocybe se relaciona con una cognición sin restricciones, alteraciones en la percepción del tiempo, el espacio y la invidiualidad.
La psilocibina y el incremento de las conexiones en el neocórtexEn un estudio publicado en 2021 en Neuron por Alex Kwan, profesor asociado de psiquiatría y neurociencia de la Universidad de Yale, encontró que una sola dosis de psilocibina -el principio activo de los hongos alucinógenos del género Psiloscybe, incrementaba alrededor del 10% el tamaño y la densidad de las espinas dendríticas -estructuras relacionadas con la memoria y el aprendizaje- en la corteza frontomedial en ratones. Estos cambios comenzaron a manifestarse dentro de las primeras 24 horas de la dosis, durando hasta 1 mes después. La psilocibina también disminuyó los problemas conductuales relacionados con el estrés y elevó la neurotransmisión excitatoria. Esto en palabras muy simples, significa que la psilocibina provoca un incremento inmediato y duradero de las conexiones entre neuronas.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34228959/
Psicoterapia psicodélica
Varios científicos están interesados en el potencial terapéutico de las drogas alucinógenas. El doctor Roland Griffiths del departamento de Psiquiatría y Neurociencias de la escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, participa en un estudio piloto que prueba si la psilocibina y la psicoterapia pueden aliviar la ansiedad al final de la vida en pacientes con cáncer. Mientras que el grupo del profesor David Nutt de la Unidad Académica de Psiquiatría de Reino Unido está investigando el uso de la droga para tratar la depresión, y recientemente él y sus colegas informan en The British Journal of Psychiatry, que la psilocibina puede aumentar la actividad neuronal en las regiones del cerebro relacionadas con la memoria cuando las personas recuerdan eventos de su pasado. El fármaco también mejoró la capacidad de las personas para acceder a recuerdos personales y emociones relacionadas, lo que, según los investigadores, podría ser útil durante la psicoterapia.
También se ha encontrado que la psilocibina tiene propiedades similares a los antidepresivos de acción rápida en ratones. Además de fortalecer las conexiones entre las células cerebrales en regiones importantes para procesar recompensas y emociones.
Otros hallazgos preliminares además sugieren que la psilocibina puede aumentar la plasticidad cerebral y emocional, y los hallazgos informados respaldan la hipótesis de que el afecto negativo puede ser un objetivo terapéutico para la psilocibina.
Los resultados clínicos hasta el momento del uso supervisado profesionalmente de ketamina, MDMA, psilocibina, LSD e ibogaína como parte de programas de psicoterapia han demostrado seguridad y eficacia, incluso para condiciones "resistentes al tratamiento", y por lo tanto merecen una atención cada vez mayor por parte de los profesionales médicos, psicológicos y psiquiátricos.
No hay que olvidar que estos compuestos alucinógenos pueden producir fuertes alteraciones de la conciencia, lo que puede ser una barrera para su uso generalizado.
La controversial hipótesis del mono dopado
El entobotánico Terence McKenna escribió en su libro de 1992 “Food for the Gods” que la implementación de hongos alucinógenos en la dieta de los primeros homínidos promovió un desarrollo más complejo de su consciencia y su desarrollo como especie, permitiéndoles construir armas simples que mejoraron la caza, ayudando a desarrollar el lenguaje a partir de la sinestesia y mejorando la cognición. Esto ayudaría a explicar cómo nuestro cerebro pudo experimentar tantos cambios evolutivos en tan poco tiempo. La investigación ha confirmado que 23 primates diferentes, incluidos los humanos, incluyeron hongos en sus dietas durante siglos de evolución. Aunque no hay registros del uso psicodélico en la prehistoria, sabemos que las civilizaciones antiguas en todas partes, desde Siberia hasta América Central, veneraban la psilocibina, refiriéndose a ella como varias traducciones de "alimento de los dioses".Aunque su hipótesis ganó gran aceptación en la cultura pop -el documental de Netflix “Hongos fantásticos” la explica con cierto detalle- Varios científicos afirmaron que McKenna malinterpretó los hallazgos anteriores; otros criticaron la falta de evidencia paleoantropológica de su hipótesis. En 2017, la teoría del mono drogado fue respaldada por otra persona de la comunidad científica. En la conferencia Psychedelic Science, el micólogo Paul Stamets resucitó y reutilizó la hipótesis de McKenna como una respuesta plausible al misterio evolutivo.
Para finalizar
Este artículo de divulgación tiene como único interés informar y educar desde una perspectiva científica, no se incita a la automedicación con alucinógenos ni ninguna otra actividad ilícita relacionada a estos.El consumo de alucinógenos con fines médicos sin supervisión médica puede traer consecuencias graves a la salud, como el caso de un hombre americano que se inyectó de forma intravenosa un té de psilocibina -la psilocibina se consume vía oral- intentando mitigar su adicción a opioides. El resultado, una intervención médica que requirió hospitalización después de desarrollar una infección bacteriana y otra fúngica (el hongo psilocibes comenzó a desarrollarse en su torrente sanguíneo), provocando fallos múltiples en diferentes órganos.
Para saber más (sin tener que consumir hongos):
https://www.verywellmind.com/what-are-the-effects-of-hallucinogens-67500