El cerebro: ¿Prejuicioso y supersticioso por naturaleza?

La forma en la que nuestro cerebro recopila información de nuestro entorno para encontrar patrones y tomar decisiones rápidas, es la que también nos orilla a formar juicios inexactos que derivan en razonamientos falaces, prejuicios, supersticiones, sesgos e ideologías.

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Gustavo Guillén

9/4/20226 min read

Ya sea que se presenten en forma de pseudociencias, prejuicios que den pie a posturas radicales o simplemente conductas supersticiosas, los humanos somos susceptibles a este tipo de “atajos mentales” que, aunque no sean correctos en cuanto a su manejo de la lógica, son altamente intuitivos y fáciles de entender para las personas. ¿Por qué?

La evolución del cerebro: Clave para entender su funcionamiento

El cerebro es un lujo de la naturaleza, pues la vida existió durante millones de años sin que esta estructura estuviera presente; y su origen comenzó desde un par de proteínas sensibles a la luz, que le permitía a las formas de vida unicelulares moverse hacia un lugar adecuado en la columna de agua para poder realizar fotosíntesis. Fue hasta el origen de las medusas hace unos 600 millones de años donde comenzaban a tenerse neuronas descentralizadas que permitían coordinar patrones de movimiento para nadar y buscar alimento, aunque no fue hasta la aparición de los primeros gusanos planos (platelmintos) que se contó por primera vez con neuronas organizadas en un nervio alargado (tubo neural) que recorría el cuerpo y se organizaba en 2 grupos celulares (ganglios) ubicados en el interior de la cabeza. Este es el primer sistema nervioso central en la historia de la vida.

El cerebro surgió como una herramienta evolutiva para colectar más información del entorno que influenciara conductas más eficaces para sobrevivir. Esto lo consigue disminuyendo la incertidumbre del entorno a partir de predicciones hechas con elementos conocidos: Desde cosas tan simples como reaccionar a la luz para buscar alimento, agruparse con otros para protegerse y hasta coordinar funciones motoras para alejarse de depredadores. Todo se traduce en mayor tiempo para reproducirse y perpetuar los genes en el entorno. Por esta razón, nuestro cerebro busca patrones todo el tiempo (¿has visto nubes en forma de animales?), intenta hacer predicciones con la información que posee (incluso si es poca), y otorga respuestas rápidas que no consuman demasiados recursos.

El cerebro prejuicioso tiende a las supersticiones

El ser humano es prejuicioso y supersticioso porque su cerebro genera patrones rápidamente para dar respuestas rápidas que tengan altas probabilidades de cumplirse. Vemos elementos conocidos como rostros en las nubes, rocas, y hasta en utensilios comunes (pareidolias), siempre estamos inconscientemente buscando -o inventando- patrones conocidos. Esto le valió hace 200,000 de años lo suficiente como para desarrollar una inteligencia tal, que nos convirtió -para bien o para mal- en la especie dominante del planeta. Pero hoy en día las cosas son más complejas, y los patrones más engañosos. Sin embargo, nuestro cerebro hace estos patrones basados en la probabilidad, si un evento se repite similar 15 veces de 20, esta es la asociación que se hará. Y esta forma inconsciente de formar juicios, deriva en prejuicios. Los prejuicios son pensamientos concebidos antes de tener elementos para corroborarlos. Funcionan por probabilidad: si las personas inteligentes tienden a usar lentes, entonces ver a alguien con lentes, me hace pensarlo como alguien inteligente. ¿Sabías que hay estudios que han encontrado que, si utilizas lentes durante una entrevista de trabajo, tienes más probabilidades de ser contratado? Además, también hay estudios que han encontrado que los jueces tienden a dar condenas más largas a acusados “feos” por esta asociación inconsciente a asociar lo poco estético con algo negativo, así como sentir empatía más fácilmente, por una persona atractiva.

Por otro lado, nuestra cultura evoluciona más rápido de lo que nuestros genes y anatomía pueden hacer, y algo que tuvo un significado hace 50 o 100 años, hoy podría tener un significado distinto. Un tatuaje no siempre significa un pandillero, ni una minifalda y escote significan una prostituta. Un color de piel no habla de educación, ni una postura política habla de moral. Y a pesar de que la frecuencia de acierto estuviera a nuestro favor con nuestros prejuicios en algún punto de la historia, recuerda que nuestra cultura evoluciona más rápido que nuestros genes (y nuestro cerebro).

Facilidad cognitiva: Buscando los patrones más fáciles

En la naturaleza podemos encontrar múltiples ejemplos de la “Ley del mínimo esfuerzo”, que nos explica, que siempre que un proceso pueda realizarse de la manera más eficiente posible, la presión selectiva lo favorecerá por sobre otras más complejas. Esto nos ayuda a comprender por qué nuestro cerebro utiliza estos atajos mentales; la solución que menos recursos utilice, suele ser la más práctica. Básicamente nuestro cerebro siempre está en modo “ahorro de energía”, por lo que hace un resumen de la información con la que cuenta, para darte la respuesta más precisa, rápida y práctica, que puede realizar sin gastar mucho tiempo y recursos. Esto es llamado por los psicólogos como “facilidad cognitiva” que constantemente deriva en sesgos cognitivos y falacias, y nos explica que muchas veces aquello que nos resulta más fácil de comprender, es también a lo que le damos más peso para explicar las cosas. Si un proceso es extremadamente complejo de comprender, pero alguien te ofrece una solución simple para entenderlo, probablemente elijas esa opción, por simple facilidad cognitiva. Esto explica el éxito del coaching ante las consultas psicológicas, o las teorías conspirativas que toman más fuerza frente a la educación académica. Después de todo, nuestro cerebro nos brinda bienestar por el hecho de disminuir la incertidumbre, no por el grado de acierto en nuestra información.

Si alguna vez te has preguntado por qué el coaching, las pseudociencias y otras supersticiones siguen estando tan presentes en pleno 2022; pues básicamente cumplen los requisitos básicos para instalarse en la memoria colectiva:

1. Cuentan con términos que suenan profesionales o científicos (y en ocasiones algunos profesionistas los respaldan). Esto les brinda una “veracidad” ante la sociedad.

2. Son mucho más fáciles de comprender que su versión académica, por lo que se racionalizan más fácil (aún si tienen huecos lógicos o carencia de evidencia).

3. Constantemente apelan a elementos lúdicos y emocionales, que brindan la sensación de que nuestro rol es mucho más grande de lo que el mundo académico/científico quiere reconocer.

4. No son falsables, lo que quiere decir que, aunque no cuenten con evidencia que la soporte, tampoco se puede demostrar su falsedad. Esto es un problema epistemológico, pero pasa desapercibido para sus adeptos.

5. Nos da la sensación de sentirnos parte de una minoría única por conocer algo que otros no, pero sin tener que frustrarse con incertidumbres a las que el método científico se enfrenta todo el tiempo.

Todo lo anterior nos ayuda a comprender por qué el pensamiento supersticioso es extremadamente gratificante. Lo es en tal grado, que todos en algún momento hemos leído nuestro horóscopo (aunque no creamos en la astrología), hemos realizado algún “test” de internet, aunque sea solo para cuestionar sus inferencias, o simplemente por mero entretenimiento. Muy en el fondo, nos encantaría que el universo y la vida pudieran explicarse con una sola ecuación, - ¿Alguien dijo Teoría del Todo? -, una explicación determinista que por fin sepultara la incertidumbre que nos acecha desde el propio origen de nuestra consciencia.

Desafortunadamente, hemos aprendido que las cosas no siempre funcionan así. Que por más clasificaciones que hagamos, siempre habrá elementos que no encajen solo con una categoría, excepciones que “hacen a la regla”, contradicciones y dilemas que inicialmente deberían disminuir la incertidumbre de nuestra propia ignorancia, pero terminaron generando más preguntas que nos recuerdan la subjetividad y limitaciones de nuestros juicios.

Animales supersticiosos: Cerebros inventando patrones

Esta conducta prejuiciosa y supersticiosa no es exclusiva de los humanos, pues se han realizado experimentos con animales y se ha encontrado que ellos también pueden tener conductas supersticiosas de causa-efecto. Por ejemplo, las palomas supersticiosas del psicólogo BF Skinner (padre del condicionamiento operante, otra herramienta psicológica muy vinculada a nuestra naturaleza biológica), las cuales eran mantenidas hambrientas a propósito. Durante unos minutos al día, un mecanismo les daba alimento a intervalos regulares de 20 segundos. Lo que pasó fue que las palomas desarrollaron conductas particulares (supersticiosas) que asociaban con la comida, intentando anticipar la llegada de comida como consecuencia de sus acciones. ¿Alguien dijo la danza de la lluvia?

Reflexión para finalizar

El ejercicio filosófico, que si bien es menos intuitivo y requiere más tiempo para reflexionar sobre lo que ya creemos conocer, nos brindó herramientas mentales para evitar caer en estas trampas mentales a las que todos estamos expuestos. Campos de conocimiento como la Lógica, la Epistemología o incluso el propio método científico, que se apoya de las dos anteriores, nos permite ver más allá de nuestros mecanismos básicos para sacar conclusiones sesgadas. Sin embargo, mientras no hagamos ese ejercicio de reflexión para darnos cuenta de nuestros errores, seguiremos condenados a pensar que tenemos la razón, incluso si aquellos que piensan lo mismo, están en nuestra contra.

“No vemos el mundo como es, sino como somos nosotros” Jiddu Krishnamurti. Filósofo.

Para saber más:

Sapolsky, R. M. (2017). Behave: the biology of humans at our best and worst. New York, New York: Penguin Press.

Boschi, H. (2018). Why we do what we do: Understanding our brain to get the best out of ourselves and others.

https://kids.frontiersin.org/articles/10.3389/frym.2020.00054

https://www.sciencedaily.com/releases/2022/08/220804102557.htm#:~:text=conducting%20a%20conversation.-,Contrary%20to%20speech%20recognition%20computers%2C%20our%20brains%20are%20constantly%20making,discovered%20in%20a%20new%20study.

https://kids.frontiersin.org/articles/10.3389/frym.2017.00021

https://www.britannica.com/science/nervous-system/Evolution-and-development-of-the-nervous-system

http://psychologynewsandreviews.com/blog/2013/5/26/are-you-looking-smart-in-your-new-glasses-an-examination-of-glasses-and-intelligence

https://www.xatakaciencia.com/psicologia/cuanto-atractivo-criminal-dura-sentencia-se-condena-a-delincuentes-feos-304-88